Este pequeño tríptico de plata dorada con ángeles grabados en los paneles laterales contiene un valioso relicario-encolpio. La figura de Santa Catalina está tallada en profundo relieve sobre piedra de ágata, rodeada de un borde dorado con esmalte blanco, esmaltes de colores translúcidos y opacos, piedras preciosas y un collar de perlas. El punto de unión de la cadena de suspensión al camafeo de pequeño tamaño estaba decorado con la escena del Santo Mandylion, como era habitual en los encolpia rusos. El reverso está decorado con motivos florales en bajo relieve, pintados con esmalte. Las particulares técnicas empleadas y los delicados detalles indican que este suntuoso artículo fue producido, junto con otros conocidos objetos de la segunda mitad del siglo XVII, por los talleres del Kremlin de Moscú para la corte real del zar.
