Milagro de la Madre de Dios Garante u Oikonomissa

Una vez, debido a disturbios, las rutas de las caravanas al Sinaí volvieron a cerrarse, lo que provocó una prolongada escasez de alimentos en el monasterio, entonces conocido como el de la Santísima Madre de Dios, que además experimentó una espantosa invasión de pulgas. Los Padres, desde su preocupación y angustia, tomaron la decisión de cerrar el monasterio y trasladarse temporalmente a otro lugar, hasta que el mundo volviera a la paz y se abriera el camino para la llegada de una caravana. Todos fueron con pena y lágrimas a adorar y realizar la Divina Liturgia en la Santa Cumbre teniendo en mente abandonar luego el Monasterio. W

uando los Padres llegaron a la Santa Cumbre, el Oikonomos del Monasterio, que les seguía a cierta distancia, acababa de ascender la primera etapa de los escalones construidos, a una milla del Monasterio y a una altitud ligeramente inferior a la de la meseta del Profeta Elías. Fue entonces cuando la Virgen María se apareció al mismo tiempo a los Padres y al Oikonomos. Estaba vestida como las mujeres nativas del Sinaí y les aconsejó en árabe que regresaran al Monasterio, después de la Liturgia en la Santa Cumbre, donde se esperaba la llegada de una caravana de víveres.

Los Padres no se dieron cuenta del milagro ni siquiera cuando, para su asombro, vieron llegar una caravana al Monasterio. Se reconoció que los jefes de la caravana eran una Señora y un viejo Comisario que habían cargado los víveres para la caridad de los Padres. De hecho, ambos habían acompañado a la caravana para rendir culto en los lugares santos del Sinaí, e inmediatamente entraron en el monasterio. Sin embargo, cuando el portero del Monasterio aseguró a los Padres que nadie había entrado en el Monasterio, los Padres reconocieron el milagro, y alabaron a Dios Todopoderoso, a su Madre Inmaculada (Panachrantos) y al Profeta Moisés. Desde entonces, las pulgas han desaparecido no sólo del Monasterio, sino también de todos los alrededores del Santo Monte Sinaí.

Debajo de la Santa Cumbre, en el punto de la aparición de la Virgen María, los Padres formaron un hueco en la roca hacia el este y colocaron dentro un pequeño icono de la Virgen María. En el punto similar del milagro cerca del Profeta Elías, los Oikonomos erigieron laboriosamente una pequeña capilla abovedada de una habitación de la Virgen María que se conserva hasta nuestros días. La referencia más antigua que se conoce de esta capilla data del siglo XIII. El plano arquitectónico y la indicación de una cofradía de lengua árabe predominante hacen posible esta datación.

En los años venideros la capilla fue denominada también Panagia Guarantor o Nuestra Señora de los Oikonomos, como se la conoce hoy en día. Según la tradición, en el Monte Athos se atribuyen milagros similares al fundador del Gran Lavra, San Atanasio el Athonita.