Comunidad y Consejo

Comprender cómo se mantenía unido el antiguo sistema político, así como la dinámica de poder entre los nobles y sus familias, ha sido un componente de la investigación en Copán durante décadas. Las investigaciones de zonas residenciales como Las Sepulturas han ayudado a desentrañar la naturaleza de las interacciones entre la dinastía gobernante y las comunidades periféricas. Dentro del propio Grupo Principal, las esculturas que una vez embellecieron un edificio llamado Estructura 22A ofrecen más pistas sobre la organización social y política de Copán (169). Sus motivos sugieren claramente que sirvió como lugar de reunión de la comunidad o casa del consejo, tal vez un lugar donde se reunían los representantes de los distritos residenciales y se celebraban los festivales de la comunidad.

Ilustración 46: Estructura 22A

Una de las contribuciones más valiosas de Tatiana Proskouriakoff al estudio arqueológico de Copán fue el maravilloso conjunto de reconstrucciones arquitectónicas que produjo para su libro de 1946, An Album of Maya Architecture. Su reconstrucción hipotética de la Estructura 22A, parte de una escena en acuarela del Patio Este de Copán, refleja lo que se sabía del edificio en aquel momento (170). Las limitadas excavaciones realizadas por la Institución Carnegie a finales de la década de 1930 habían revelado una puerta y un banco interior sin decoración con un pedestal circular liso en la parte superior. Al no encontrar inscripciones jeroglíficas, los investigadores se detuvieron. En el exterior, en el lado este de la estructura, frente a la Estructura 22, de mayor tamaño, quedaba intacta una parte de la fachada. En ella se podía ver un patrón de bloques curvos simples colocados en ángulos para formar el diseño de una estera tejida (171). A partir de este ejemplo y de otras piedras similares visibles en la superficie que rodeaba el edificio, Proskouriakoff proyectó la existencia de otros diseños de esteras alrededor de toda la fachada. El asunto quedó ahí durante casi 50 años, hasta que las ideas de Proskouriakoff volvieron a inspirar y guiar a una nueva generación de estudiosos que profundizaron en las ruinas de la Estructura 22A.

Aunque este edificio de la Acrópolis parecía relativamente insignificante en comparación con sus vecinos, más grandes y elaborados, los equipos de excavación del PAAC se pusieron manos a la obra en 1988 para descubrir el resto de sus muros y esculturas caídos. Desde el principio, sospeché que el edificio podría haber sido la casa del consejo de la ciudad, una estructura conocida históricamente en Yucatán como popolna, o "casa estera", de pop, "estera", y na, "casa" (posiblemente popol otoot en el maya chorti de la región de Copán). Los gobernantes y nobles se reunían en estas casas sentados en esteras de junco. Registros de los siglos XVI y XVII como los Libros del Chilam Balam y el Popol Vuh, relatos mayas coloniales de historia sagrada y religión, cuentan que entre los títulos más comunes para la realeza y otros nobles estaban "Señor de la Estera" y "Señor de la Estera Jaguar". El patrón de la estera tejida, o pop, era un símbolo de gobierno, que quizá se refiriera no sólo a las esteras sobre las que se sentaban literalmente los gobernantes, sino también, en sentido figurado, a la interrelación de la comunidad y a la unidad entre los nobles y gobernantes.

Las pruebas documentales históricas sugieren que los miembros del consejo eran elegidos de entre importantes patrilinajes -grupos de ascendencia trazada por parte del padre- y ocupaban el cargo durante periodos específicos antes de dimitir. Cinco años habría sido un intervalo calendárico probable. Las fuentes coloniales también revelan que las casas de la comunidad o del consejo eran lugares donde los mayas celebraban festivales públicos y aprendían danzas tradicionales. Algunos aldeanos mayas vivos todavía se reúnen en la popolna. Los investigadores han presenciado fiestas populares, con banquetes y bailes, en este tipo de edificios en comunidades rurales tradicionales de Quintana Roo, México.

A medida que se excavaba entre los escombros de piedras de construcción y mortero de la Estructura 22A, se descubrieron casi mil piezas de piedra esculpida, muchas de ellas exactamente donde habían caído en la antigüedad. A partir de sus posiciones, se pudieron reconstruir sobre el papel los elementos arquitectónicos y escultóricos de las cuatro caras del edificio. Quedó claro que este pequeño edificio había sido elegante. Finalmente pudimos reconstruir su fachada frontal, orientada al sur, como la exposición 46 del Museo de Escultura de Copán (172).

La Estructura 22A tenía un frente abierto con tres grandes entradas, como hubiera sido apropiado para un edificio de función pública. El diseño en forma de estera anudada o tejida, el motivo decorativo más prominente del edificio, se repetía tres veces en las fachadas delantera y trasera y dos veces en los lados cortos, para un total de 10 ejemplos. Su significado icónico era sin duda evidente para los antiguos mayas de todos los rangos. Quizá también fueran capaces de interpretar un motivo jeroglífico que incluye los elementos de sak nik, o "flor blanca", que se repetía alrededor de la cornisa. Sak nik te'il na era otro nombre para la casa comunitaria en algunos diccionarios mayas. Reconstruimos varios motivos ornamentales en la cornisa del edificio que parecen representar este concepto. Una cara de ajaw que posiblemente simboliza la flor nik está enmarcada por dos estambres de serpiente erguidos emparejados con elementos circulares que representan el signo sak. Los signos na, o "casa", debajo de las figuras sentadas ligeramente más abajo en el edificio.

Encima de cada motivo entretejido de las fachadas norte, sur y oeste había dos signos jeroglíficos (16 en total), cada uno compuesto por el número de barra y punto que representa el número nueve unido a un signo de día ajaw, el primer día de la Ronda del Calendario (173). Este emparejamiento intencionado podría indicar que el glifo tenía un doble significado. Parece haber marcado la fecha de la Ronda del Calendario que caía en el día 9 ajaw, y también marcaba el edificio como una casa "nueve ajaw", o "Casa de Nueve Señores", posiblemente refiriéndose a nueve concejales. En correspondencia, parece que se colocaron nueve nichos alrededor de la fachada, cada uno de ellos con una figura humana sentada sobre un gran jeroglífico que probablemente denotaba el nombre de un lugar. Creo que estas nueve figuras (o nueve señores), cada una con un tocado distintivo y un collar o insignia pectoral, podrían representar a los representantes del consejo de varias zonas de los alrededores de Copán. Tal posición existía entre los mayas yucatecos en el siglo XVI; se llamaba holpop (hol, "cabeza", pop, "estera"), o "el que está a la cabeza de la estera". Otra posibilidad es que las figuras no sean retratos reales de representantes, sino más bien una fusión de figuras ancestrales y patronales a las que encarnaban los miembros del consejo. Un estudio más detallado podría revelar que las figuras también están relacionadas con los bolon tz'akab o "Nueve Señores de la Noche", que, según las antiguas creencias mayas, gobernaban el paisaje nocturno.

Mis colegas y yo creemos haber identificado la ubicación residencial real asociada a uno de los topónimos de este edificio. El nombre, situado sobre el pilar entre las puertas delantera izquierda y central, estaba representado por un glifo en forma de pez. Mientras excavaban una residencia de la familia real al sur de la Acrópolis en la década de 1990, Will Andrews y su equipo descubrieron una serie de esculturas de peces similares caídas de las fachadas. Una de ellas incluso había sido enterrada ritualmente como elemento principal de un alijo del subsuelo. Estas pruebas apoyan la idea de que el complejo residencial real era conocido por este nombre de pez, quizá "cai nal". Posiblemente el glifo de pez de la Estructura 22A se refería al mismo complejo residencial, y la figura que aparece sobre él, al representante de esa zona en las reuniones del consejo de la comunidad (174).

Los 9 glifos Ajaw de la Estructura 22A por sí solos proporcionan muy poca información calendárica para identificar el año en que se dedicó el edificio. Pero el evento se habría celebrado típicamente al final de un ciclo de 5, 10 ó 20 años en el calendario maya. Sólo tres fechas del Clásico Tardío se ajustan a este ciclo y cayeron en el día 9 de Ajaw; fueron en los años 682, 746 y 810 d.C.. A juzgar por la estratigrafía arqueológica de las vecinas Estructuras 22 y 26, junto con el desciframiento de David Stuart de una fecha de dedicación de 715 d.C. para la Estructura 22, la primera posibilidad es incuestionablemente demasiado temprana. El estilo escultórico y otros detalles arquitectónicos de la Estructura 22A, cuando se comparan con los de otros edificios fechados en Copán, hacen que la tercera fecha sea también extremadamente improbable. Por lo tanto, tanto la arqueología como la epigrafía apuntan al 12 de junio de 746 como la fecha de dedicación más probable.

Desde el exterior de la Estructura 22A llegan pruebas adicionales que apoyan la interpretación de una función pública para este edificio. Enfrente había una plataforma (numerada como Estructura 25 en los mapas) que medía 8 por 30 metros y que se encontró que había sido enlucida varias veces, probablemente para mantener su superficie lisa. No hay pruebas de que tuviera una superestructura. Bill y yo sugerimos que esta superficie elevada era una plataforma de baile utilizada durante actuaciones y festivales. Dos jaguares erguidos y sonrientes adornan los lados de la plataforma, y a mí me parece que están en una pose de baile, invitando al espectador a unirse (175). Karl Taube sugiere que los jaguares son glifos icónicos del nombre del Gobernante 7, Bahlam Nehn, o "Jaguar Espejo", cuyo enterramiento se encontró muchas capas por debajo de esta plataforma. Un gran depósito de desechos encontrado justo al lado de la esquina suroeste de la Estructura 22A contenía cerámica, herramientas de piedra utilizadas para procesar carne, fragmentos de carbón, ceniza y quemadores o recipientes de piedra, todo lo cual parece representar los restos de festines rituales.

Si la Estructura 22A funcionó efectivamente como popolna, entonces amplía el modelo político y administrativo de la antigua Copán. En lugar de que el gobernante actuara solo, parecería que por lo menos para la época del Gobernante 14, un consejo de representantes de los asentamientos del valle era una parte esencial de la escena. Mi impresión es que los representantes y los lugares de los que procedían estaban vinculados a la cosmovisión maya a través de topónimos mitológicos e imágenes de los patrones sobrenaturales de esos lugares.

Recientemente, otros estudiosos se han basado en esta interpretación desde puntos de vista algo diferentes. La idea de Elizabeth Wagner es que las alfombras que decoran la Estructura 22A representan en realidad nudos en nueve secciones que relacionan los topónimos y las figuras del edificio con el bolon tz'akab, nombre de los Nueve Señores de la Noche. Otra idea es que el elemento sak nik de la cornisa del edificio representa el aliento expirante de los antepasados muertos, lo que sugiere que el gobernante construyó el edificio para honrar a nueve señores difuntos y deidades sobrenaturales. El concepto de "nueve señores" sigue siendo poco conocido, pero es posible que la gente se asociara a ellos y a sus unidades sociales como entidades y lugares mitológicos o espirituales. En cualquier caso, comprender el significado completo de la Estructura 22A en la antigüedad puede ayudar a entender los patrones de asentamiento residencial y el carácter distintivo de las funciones y propósitos del edificio. Sin duda, las ideas de los investigadores seguirán evolucionando a medida que aprendan más sobre la antigua estructura política maya.