Se trata de una de las obras más notables publicadas por el gran filólogo (erudito literario) Markos Mousouros. Fue la primera vez que los eruditos del Renacimiento se encontraron con los textos originales de Platón, que hasta entonces sólo habían podido leer en la traducción latina del humanista Marcilio Ficino. Esta edición fue impresa por la imprenta de Aldus Manutius, y fue posible gracias al
Lorenzo de Médicis, también conocido como Lorenzo el Magnífico, y su hijo el papa León I, admirador de la literatura griega. El texto está prologado por una Oda a Platón de M. Mousouros, dedicada a León I, que también suplica a Platón que medie para que el Papa pueda organizar una cruzada para liberar a los griegos. El ejemplar aquí expuesto perteneció al diácono Filoteo.