El profeta Isaías, a la izquierda, venera a la Madre de Dios representada en el tipo iconográfico Virgen de la Zarza, que hace referencia al lugar más sagrado del monasterio, con Cristo apareciendo suspendido ante ella. Este tema se reproduce ampliamente en los iconos del Sinaí, cada vez con profetas o santos diferentes.
El gran número de iconos de este tipo hallados en la actualidad delata la existencia de un taller del Sinaí en el siglo XIII, época de intensa actividad artística en el monasterio.